TIEMPO PARA VIVIR

domingo, 14 de agosto de 2016

RAFAEL LUNA.- LA LUNA



Mi corazón se deshace como un terrón de azúcar cuando al atardecer me refugio bajo el vuelo de las gaviotas, junto al oleaje, contemplando los barquitos... de pescadores flotando lentamente entre azules. Entonces parte de mí se diluye como la sal y me hago luna para contemplar desde lo alto los minúsculos garabatos de tiza amarilla que alumbran el desorden humano. En la inmensidad me descalzo y me pierdo para hallarme en ese punto mágico de luz que siempre acecha vigilante. Ese pan de luz que alimenta y da alas a nuestros sueños. Anclaje necesario y garante obligado de nuestras esperanzas.

Julio/2015
RAFAEL LUNA GARCÍA