TIEMPO PARA VIVIR

miércoles, 28 de septiembre de 2016

MARCO MARTOS.- CASTI CONNUBI


Cada mañana, marido y mujer, sentados y limpios,
comiendo tostadas, ruido de rata,
leyendo los diarios, matando las moscas,
hablando del clima, cada mañana,
esperan la noche, el hastío sexual:
fingirse dormidos, fingirse despiertos,
decirse palabras de libros de amor,
cada mañana, marido y mujer,
van al trabajo, regresan, almuerzan,
van al trabajo, regresan, se acuestan,
gordos, lustrosos, años de años,
esperan la noche, matando tostadas,
matando las moscas, matando los diarios,
matando los climas, cada mañana, gordos,
payasos, esperan la noche, el hastío sexual:
fingirse dormidos, fingirse despiertos,
decirse palabras de libros de amor,
cada mañana, rata y rata, rata y rata.



Marco Martos Carrera (Piura, 1942). Poeta y crítico peruano. Premio Nacional de Poesía en 1960.
Uno de los poetas peruanos más reconocidos.

lunes, 26 de septiembre de 2016

ISABEL REZMO.- DESPIERTO SOBRE UNA ROSA


Despierto sobre una rosa.
Anoche fue mía.
Paseaba sus brazos
sobre mis ojos.
Paseaba su piel
Sobre mi cuerpo.

Despierto sobre una rosa.
Blanca alicatada
por los besos que no le doy.
Blanca como fetiche,
estigmatizada en mi deseo


Despertaba todas las noches
suspirando las ganas
de hacerla mía  
de hacerla bailar
sobre los tejados
de una mirada,
aletargada por la tristeza
de no tenerla
en el desierto
de mi propio camino.

Descansaba.
Sobre la faz de un pétalo,
queriendo amarla
hasta el final del tiempo

que no entiende de minutos,

no entiende de vacíos.
No entiende de imposibles.

Isabel Rezmo, Jaén España.

viernes, 16 de septiembre de 2016

TERESA TORRES


Estos días de soledad mordiéndome la vida no puedo perdonártelos.
Ni mi corazón puede perdonarte,
ni su arritmia.
Ni mi sexo seco
ni mis manos vacías....
Ni mis ojos hinchados
y sus lágrimas perdidas.
Ni la desubicación de mi alma
y su desconcierto.
Ni la curva de mi boca
y su caída.
Ni mi dolor de estómago,
y su úlcera, esa tampoco podría.


T.

jueves, 15 de septiembre de 2016

JORGE CARRERA ANDRADE.- VERSIÓN DE LA TIERRA



Bienvenido, nuevo día:
los colores, las formas
vuelven  al taller de la retina.

He aquí el vasto mundo
Con su envoltura de maravilla:
La virilidad del árbol.
La condescendencia de la brisa.

El mecanismo de la rosa.
La arquitectura de la espiga.

Su vello verde la tierra
sin cesar cría

la savia, invisible constructora,
en andamios de aire edifica
y sube los peldaños de la luz
en volúmenes verdes convertida.
               
El río agrimensor hace
el inventario de la  campiña.
Sus lomos oscuros lava en el cielo
La orografía.

He aquí el mundo de pilares vegetales
y de rutas líquidas,
de mecanismos y arquitecturas
que un soplo misterioso anima.

Luego, las formas y los colores amaestrados,
el aire y la luz viva
sumados en la Obra del Hombre,
vertical en el día


JORGE CARRERA ANDRADE
(Ecuador 1903 – 1979)

martes, 13 de septiembre de 2016

CANDELARIA VILLAVICENCIO.


Duermen
sobre los ombligos
de las águilas,
sobre la sepultura
de los tambores.
Sus sueños son
palpitantes péndulos de
piedras,
antes de mí ya estuvieron otros
arrastrando hacia las
orillas
los otros cadáveres de arena.

domingo, 11 de septiembre de 2016

MAURICIO ESCRIBANO.- ME HABLABAS DE LA LLUVIA



me insinuaste:
-desde ahora a los dos
nos dolerá la lluvia-

y al saberlo
volví haciendo
malabares con la lengua
marcando territorio como un perro

será que el amor nos destruye
para que ya no sea posible
construirnos sin el otro

tu vestido seguiría allí colgado
arqueada tu cintura
como una obra de arte

cerca de las vías
caminé de vuelta a casa

y creí en todas las palabras
que aún no me dijiste
quizás porque quedaron
impresas en mis labios.

Mauricio Escribano

jueves, 8 de septiembre de 2016

EUGENIO MONTALE.- LOS LIMONES




Escúchame, los poetas laureados
se mueven solamente entre plantas
de nombres poco usados: bojes ligustros o acantos.
Yo prefiero los caminos que desembocan en los herbazales
zanjas donde en charcos
medio secos agarran los muchachos
alguna extenuada anguila:
los senderos que siguen los ribazos,
descienden entre los penachos de las cañas
y penetran en los huertos, entre los árboles de los limones.

Mejor si la algazara de los pájaros
se apaga engullida por el azul:
más claro se oye el susurro
de las ramas amigas en el aire que casi no se mueve,
y las impresiones de este olor
que no sabe desatarse de la tierra
y llueve en el pecho una dulzura inquieta.
Aquí las diversas pasiones
de la guerra por milagro callan,
aquí también a nosotros pobres nos toca nuestra parte de riqueza
y es el olor de los limones.

Mira, en estos silencios en los cuales las cosas
se abandonan y parecen dispuestas
a traicionar su último secreto,
a veces se espera
descubrir un error de la Naturaleza,
el punto muerto del mundo, el anillo que no aguanta,
el hilo desenredado que finalmente nos coloque
en medio de una verdad.
La mirada escudriña alrededor,
la mente indaga acuerda desune
en el perfume que inunda
cuando más languidece el día.
Son los silencios en los que se ve
en cada sombra humana que se aleja
alguna turbada Divinidad.

Pero falta la ilusión y nos alcanza el tiempo
en las ciudades rumorosas donde el azul se muestra
sólo a pedazos, en lo alto, entre los cimacios.
La lluvia fatiga la tierra, después; se agolpa
el tedio del invierno sobre las casas,
la luz se vuelve avara—amarga el alma.
Cuando un día por un mal cerrado portal
entre los árboles de un patio
aparece el amarillo de los limones;
y el hielo del corazón se derrite,
y en el pecho bullen
sus canciones
las trompetas de oro de la solidaridad.

 

miércoles, 7 de septiembre de 2016

PABLO OTERO.- CADA NOCHE ME DEVORAS



cada noche me devoras,
comes mi carne
y das a los perros mis huesos.

cada noche renaces
con las vidas de mis días.
cada noche eres sutil
con mis ojos y los dejas descansar.

todas las mañanas encuentro
a otro lado de la puerta
más huesos
devorados,
y más perros inversamente proporcionales
a mis miserias.

martes, 6 de septiembre de 2016

GOTTFRIED BENN.- CIRCULACIÓN






El premolar solitario de una prostituta

muerta en el anonimato

llevaba un empaste de oro.

Los otros ya habían desaparecido,

como por tácito acuerdo.

El guardacadáveres se lo extrajo de un golpe

lo empeñó y se fue de bailoteo.

Porque, decía,

sólo el polvo ha de volver al polvo.

lunes, 5 de septiembre de 2016

ANA BIRLANGA BELLOD.- DUERMEVUELA


Duerme ahora y al despertar
vuela,
no subas hasta el azul inexistente...
de las eternas promesas incumplidas,
vuela en el cielo invisible
de los aromas,
persigue halcones,
roza cumbres,
tañe campanas,
mece cometas,
enmaraña cabellos,
curte mejillas,
hazte pequeño...
fecunda pensamientos,
voltea hojarascas,
ventila dormitorios...
seca mis lágrimas y, condensado en el cristal
de la despedida
humedece la huella de un débil beso.