TIEMPO PARA VIVIR

viernes, 16 de septiembre de 2016

TERESA TORRES


Estos días de soledad mordiéndome la vida no puedo perdonártelos.
Ni mi corazón puede perdonarte,
ni su arritmia.
Ni mi sexo seco
ni mis manos vacías....
Ni mis ojos hinchados
y sus lágrimas perdidas.
Ni la desubicación de mi alma
y su desconcierto.
Ni la curva de mi boca
y su caída.
Ni mi dolor de estómago,
y su úlcera, esa tampoco podría.


T.