Despierto sobre una rosa.
Anoche fue mía.
Paseaba sus brazos
sobre mis ojos.
Paseaba su piel
Sobre mi cuerpo.
Despierto sobre una rosa.
Blanca alicatada
por los besos que no le doy.
Blanca como fetiche,
estigmatizada en mi deseo
Despertaba todas las noches
suspirando las ganas
de hacerla mía
de hacerla mía
de hacerla bailar
sobre los tejados
de una mirada,
aletargada por la tristeza
de no tenerla
en el desierto
de mi propio camino.
Descansaba.
Sobre la faz de un pétalo,
queriendo amarla
hasta el final del tiempo
que no entiende de minutos,
no entiende de vacíos.
No entiende de imposibles.
Isabel Rezmo, Jaén España.