Tengo en los dedos de la mano
los amigos justos,
me gusta la gente sencilla
que te da un abrazo sin pretensiones,
esa que tiene
los anclajes bien puestos
y te dispara a chorros su locura,
los diferentes en las distancias
cortas
donde pocos irrumpen.
Yo soy de primeras impresiones
y poco o nada me impresiona
a estas alturas,
me gusta el cariño intenso
y la única medida que conozco
es más alta que mirar
por encima del hombro.
Me doy con todo lo que tengo
y defiendo el amor desmedido
quizá, porque no sé hacer otra cosa.